miércoles, 7 de marzo de 2007

XXV PONENCIA LA MÚSICA CHICHA COMO MEDIO DE ADAPTACIÓN EN LA JUVENTUD LIMEÑA

Damiler Díaz Terán

ANTROPOLOGO-ESTUDIANTE


La Música Chicha como medio de adaptación de la juventud migrante a Lima (1960-1985)


El contexto del que procede la chicha surgió a principios de la década de los 40’ cuando se instalan en Lima las primeras oleadas de migrantes andinos que luego se harán incontenibles en los años sesenta, quienes llegaron a la capital con un bagaje cultural propio, entre los que destacan con mayor importancia la música.

La década del 40’, está marcada por la difusión comercial de la música andina, siendo la empresa Odeón, quienes a fines de la misma, la que graba los primeros discos. Los géneros musicales que alcanzaron popularidad en esta primera gran producción fueron el carnaval, la muliza, la chuscada y, por su puesto, el huayno, siendo éste último el que alcanza mayor difusión ¿Por qué? Una de las razones es que puede ser cantado y bailado en una gran variedad de contextos, además de no ser un género ceremonial o ritual por lo que no está limitado a determinados periodos del año y puede ser ejecutado por una gran variedad de conjuntos y estilos musicales.

Debido a la gran cantidad de ventas de estas grabaciones, se da inicio a la producción a gran escala, que permitió la difusión a nivel nacional de los nuevos exponentes de la música andina en el país, siendo los más reconocidos Picaflor de los Andes (Víctor Alberto Gil), Jilguero del Huascarán (Ernesto Sánchez Fajardo), Pastorita Huaracina (Maria Alvarado Trujillo), Flor Pucarina (Leonor Chávez) y Gorrión Andino (Leoncio Giraldo Gamarra).

Para la década del 60’, el huayno había alcanzado gran aceptación en el público migrante y una producción a gran escala. Sin embargo, debido al contacto que inicia a su llegada a Lima con otros géneros musicales, va cambiando en muchas de sus características, siendo la más importante: el ritmo, la cual va ser consecuencia de tres elementos: el primero, las bandas que como conjuntos solamente instrumentales (clarinete, saxo, cornetas, platillos y tambores) introdujeron la guaracha, danza caribeña de pareja suelta; el segundo, la introducción del saxo en el huayno de la sierra central a partir de “Los Pacharacos”; y el tercero, el éxito de la cumbia colombiana en la selva con instrumentos como el timbal, el bongó, la tumba quinto y la conga. ¿Qué causó este cambio? Podemos mencionar los concursos y el festival, pues en ellos se congregaron muchos ejecutantes que consideraban la mayor intensidad de volumen como un ideal estético, por lo que introdujeron nuevos instrumentos a sus bandas.

Para principios de los ‘60 no sólo encontrábamos a los antiguos migrantes, sino un gran sector juvenil conformado por los hijos de los primeros pobladores andinos asentados y jóvenes llegados de las zonas rurales del país, que constituirán un sector bastante amplio e importante de donde emergerá la música chicha

Corría el año de 1967 “…cuando algunas de las grandes figuras de la música serrana, como ‘Los Pacharacos’ empiezan a difundir un nuevo matiz musical parecido a la cumbia, a la guaracha, introduciendo en sus interpretaciones de huaynos la guitarra eléctrica ‘hechiza’ (guitarra de cajón y pastillas conectadas a los parlantes), el güiro y el saxo, dando origen a lo que después seria la cumbia andina.”[1] Cumbia andina que será el inicio de la chicha.

La mezcla del huayno y la cumbia fueron la sensación del momento, pero no se salía de ese formato. Fue así hasta que “Los Demonios del Mantaro” compusieron un tema distinto llamado “La chichera”, tema desde el cual se le conoce como chicha a este genero, logrando afirmar el derrotero de lo que después será este ritmo. Mientras que otra influencia fue la del rock, de quien se toma las guitarras eléctricas para las composiciones chicheras, surgiendo uno de los más grandes exponentes de este género: Enrique Delgado, director del grupo “Los Destellos”, con quien la chicha asume un estilo propio.

En el desarrollo de la chicha pueden distinguirse dos periodos: el primero donde tiene marcada influencia de la cumbia (1968 hasta 1977); y la segunda, donde el huayno va ser predominante en ella debido al surgimiento de grupos como “Los Shapis”, quienes retoman la labor desempeñada por “Los Demonios del Mantaro”, haciendo de la chicha un género más ahuainado (1980-1985).

El desarrollo de la chicha produjo tres estilos diferentes: costeño, donde el estilo predominante es la cumbia; serrano, en donde la chicha se torna más ahuainado; y la selvática, donde se percibe algunas influencias musicales de algunos géneros tradicionales del lugar.

La juventud migrante de los sectores populares aceptaba los huaynos, pero en amalgama musical con la cumbia encuentra una manifestación propia en la cual se identifica, pues en sus canciones tocaban temas populares propios de su vida diaria. Los huaynos les resultaban muy lejanos, con añoranzas a la sierra, con temas ligados al desarraigo, a la esperanza de volver a su lugar de nacimiento. Ellos sin embargo eran los nuevos limeños, con perspectivas distintas, con ganas de triunfar en la ciudad. La chicha es esa expresión. Ya no se reconoce como andina, sino como limeña. No es expresión de una reafirmación cultural andina sino de adaptación a nuevas circunstancias propias de la vida en la ciudad. Por ello, la chicha es un fenómeno propiamente urbano, aunque haya alcanzado popularidad en la sierra o en la selva, el éxito se circunscribe a las ciudades.

Por último, quisiéramos proponer una definición de este género, la cual consideramos como un elemento propio de las manifestaciones culturales de los migrantes andinos en la capital desde la década del 60’, producto de acoplar el huayno con la cumbia, en cuya temática abordada en este género permitió a los migrantes lograr un autorreconocimiento.
[1] Hurtado Suárez, Wilfredo. Chicha Peruana. Música de los Nuevos Migrantes. Lima, ECO, Pág. 10

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