viernes, 2 de marzo de 2007

VIII PONENCIA INSTITUCIONALIDAD E INDIVIDUALIDAD EN EL ARTE

Institucionalidad e individualidad en el arte


ARDA Asociación de artes[1]

Institucionalidad e individualidad en el arte
(Resumen)

ARDA Asociación de artes[1]

Como artistas y personas que compartimos una inquietud por el desarrollo del arte peruano -formado del choque de grandes contradicciones y propuestas, como las que acompañan el propósito de este Congreso- es que queremos exponer algunos de los puntos planteados desde nuestra óptica, poniendo un poco de énfasis en lo que se refiere al artista como individuo, su quehacer en el medio social y las alternativas que se pueden generar a través de un trabajo a nivel de grupo.

En el presente contexto las asociaciones independientes se encuentran aisladas y sin vinculación entre ellas, por que su presencia se encuentra relegada. La idea de institucionalización se puede señalar como la vinculación entre las asociaciones independientes a través de su comunicación, apoyo en eventos y la participación en diversas actividades conjuntas. Es decir, una red conformada por las asociaciones independientes que de vida a una comunidad artística, la cual podría ser sostenible por ella misma.
[1] Asociación artística conformada por Ricardo Daniel Velásquez Casas, José Antonio Zavala Lozano y Mauro Marino Jiménez.


Como artistas y personas que compartimos una inquietud por el desarrollo del arte peruano -formado del choque de grandes contradicciones y propuestas, como las que acompañan el propósito de este Congreso- es que queremos exponer algunos de los puntos planteados desde nuestra óptica, poniendo un poco de énfasis en lo que se refiere al artista como individuo, su quehacer en el medio social y las alternativas que se pueden generar a través de un trabajo a nivel de grupo.

A. Una revisión histórica:

Uno de los ejes temáticos para el III Congreso de las Artes es el recorrido del panorama histórico desde la década de los ochenta en adelante. Consideramos este punto como muy relevante, dado que nos permite observar nuestro presente como un momento de posible mejoría; tomando en cuenta nuestra pertenencia a una generación que creció en un estado de crisis y que requiere de un conocimiento sobre los fenómenos que ha percibido como espectadora.

Podemos afirmar, en definitiva, que las últimas décadas del siglo pasado fueron difíciles para nuestro país. Tras la experiencia de malos gobiernos durante la década del ochenta se desarrollaron diversos fenómenos que toman como punto de partida lo económico y lo social, pero que se transmiten a otros aspectos de nuestra vida: Muchos empleados dejaron de trabajar, las familias restringieron su consumo, las tiendas vendían menos a un precio enorme y muchos de los ciudadanos ya establecidos enfrentaron serios problemas para su estabilidad económica. Evidentemente, y a falta de una institucionalidad o representación social del artista agregada del trabajo hacia la sociedad, podemos encontrar que muchos de nuestros potenciales exponentes se desanimaron, desviándose hacia otras disciplinas; mientras que los pocos que quedaron se hallaron aislados o excluidos, acrecentando aún más las dificultades para vincularse de una forma plena.


Durante esa época ocurrieron diversos hechos que marcaron el comportamiento de las personas en general: el gobierno tomó decisiones temerarias para resolver los problemas económicos y sociales, se desarrolló un entorno internacional cambiante y la población sufrió la presencia del terrorismo incluso en nuestra capital. Así pues, muchos ejemplos de expresión artística en la siguiente década se caracterizaron por manifestar, de una u otra forma, dicha situación: Se presentaba una tendencia a la autodestrucción, el estancamiento y el reaccionarismo, fundamentada en un entorno de pocas esperanzas en las que se trataba de mantener un equilibrio de vida entre tanta miseria y en la que no había un objetivo claro de institucionalidad por parte de la sociedad en general. Se generó, muy por el contrario, un ambiente y una cultura de competencia para la supervivencia y la perpetuación en los cargos, más específicamente en el caso de funcionarios que no representaban la institución a su cargo, sino más bien la búsqueda de estabilidad e ingresos, mediante las relaciones que éste y otros pudieran tener. Un ejemplo claro de esto se menciona en las razones para el I Congreso de las Artes y la necesidad de denunciar “los actos de corrupción y manipulación política durante el último gobierno fujimorista (gobierno enquistado en la dirección de dicha institución)”[2].

En la actualidad muchos artistas independientes han heredado la desconfianza proveniente de las décadas pasadas; motivada por el miedo exclusión (en realidad más aparente que cierta), la falta de un público preparado (que favorece a un pequeño grupo con resultados poco relevantes y que copan los medios), así como la falta de relación entre grupos de las distintas disciplinas. Es nuestro parecer que, en la búsqueda de una organización que favorezca al artista y el desarrollo de su trabajo, se deben atender estos puntos, así como evitar la imitación de una política de supervivencia como la que hemos mencionado anteriormente; combinando la iniciativa, la motivación y el compromiso del artista con su creación y vincularse, por medio de ésta, con otros creadores y la sociedad. En otras palabras, crear una institucionalidad de trabajo como un aspecto válido para el desarrollo del artista en la sociedad.

B. Posibilidades de desarrollo.

Una de las alternativas que vienen a nuestra mente es el término “interculturalidad”, entendido de manera variada para referirse o explicar las diversas formas con las que personas de distintas culturas interactuamos y desarrollamos una relación que puede ser enriquecedora, aunque muchas veces ésta no se da de manera plena; ya sea por una mala o parcial interpretación de códigos (idioma, forma de vida, creencias), el reduccionismo al que se tiende en el estudio de las diversas culturas y la particular complejidad de este fenómeno en nuestro país. Por limitaciones de tiempo omitiremos una profundización del término -el cual motivaría el desarrollo de no uno sino varios congresos- y trataremos de centrarnos en el resultado concreto y en la alternativa que representan nuestras expresiones artísticas y culturales. Podemos mencionar, entre otros ejemplos, los esfuerzos por fusionar la música tradicional peruana con otros ritmos (jazz, electrónica), la literatura que combina el estudio de formas tradicionales andinas con géneros occidentales (Melgar, Arguedas, Scorza), así como la comida y bebida peruanas.

Es interesante mencionar las relaciones que hay entre lo cultural y lo artístico en el ámbito rural. Las expresiones folclóricas han mantenido una estabilidad en un ambiente que mantiene lazos con su tradición y que ha logrado convertirse en un producto de exportación. Sin embargo, no por ello debemos descuidar la exploración del universo individual del artista y las posibilidades de generar un producto que se relacione con creador y que pueda ser desarrollado en calidad y producción. De la misma forma en que las manifestaciones folclóricas de la sierra han alcanzado una estabilidad, en parte por los vínculos culturales con sus intérpretes y público inmediato, así nosotros debemos hacer un ejercicio de exploración de nuestras posibilidades estéticas y comprender la cercanía o afinidad que tenemos con determinadas corrientes, movimientos o escuelas; tanto de nuestro territorio como del extranjero. Músicos como Oscar Stagnaro, Andrés Prado, Luis Alva; el fotógrafo Mario Testino; el dibujante Boris Vallejo; poetas como Jorge Eduardo Eielson y Blanca Varela; y escritores como Mario Vargas Llosa han desarrollado plenamente este principio y desarrollado un estilo propio y representativo.

Consideramos que estamos en una época en la que podemos desarrollar estas posibilidades de una manera más amplia; siempre y cuando se genere un espíritu de trabajo en equipo, no exento del esfuerzo por reconocer nuestra riqueza cultural y un ejercicio responsable de autocomprensión. Ya en esta década ha habido un pequeño frente de agrupaciones musicales, de teatro y literarias que manifiestan al menos uno de estos elementos.

Una práctica que consideramos indispensable para este propósito es el mutuo apoyo de agrupaciones y artistas independientes que manifiesten su trabajo en eventos. Así también, el trabajo combinado de artistas de dos o más disciplinas diferentes por medio de performances. Ambas prácticas pueden favorecer el trabajo de autocomprensión y de reconocimiento de las otras ramas del arte.

C. Lo simbólico como elemento o herramienta.


Podemos entender lo simbólico desde dos perspectivas: Primeramente, como una representación para un grupo; es decir, como un fin constante o la muestra de una relación y producción entre diversos individuos. Sin embargo, también puede ser entendido como una representación única: significativa, personal y de autoreconocimiento; tanto en el aspecto de lo que desarrolla como de lo que anhela se afirme. Ambas son válidas y pueden interaccionar entre sí dependiendo básicamente en las circunstancias en las que se hallen. El trabajo de un artista para desarrollar un lenguaje propio en una obra de arte puede partir de motivaciones internas y exclusivas; sin embargo, esto puede apoyar a una visión más general y colectiva, como en el caso de una agrupación o incluso ser guía de una visión generacional amplia.

Pensamos que lo simbólico no es un poder en ningún aspecto, puesto que se desarrolla como una identidad o código que funge como pieza más que como absoluto. No como un medio de cambio social en gran escala sino como un referente, puesto que en las medidas colectivas se le puede desarrollar de manera inductiva o intencional. Si lo simbólico fuera trabajado como un poder entonces existiría represión y autoanulación del mismo, como en un código cerrado. Los símbolos deben ser abiertos y libres de ser llenados; tanto por las colectividades que los aprueban como por las individualidades que las desarrollen internamente.

D. Motores de la interacción.

Habiendo hecho un breve recorrido al panorama histórico alrededor de los cambios sociales y artísticos en las últimas décadas, realizado un análisis al problema institucional y establecido una posición sobre los elementos que pueden resultar a favor del desarrollo de agrupaciones independientes; es que queremos presentar nuestro trabajo como un ejemplo de las opiniones desarrolladas en esta ponencia.

En el presente contexto las asociaciones independientes se encuentran aisladas y sin vinculación entre ellas, por que su presencia se encuentra relegada. La idea de institucionalización se puede señalar como la vinculación entre las asociaciones independientes a través de su comunicación, apoyo en eventos y la participación en diversas actividades conjuntas. Es decir, una red conformada por las asociaciones independientes que de vida a una comunidad artística, la cual podría ser sostenible por ella misma. Es importante resaltar que sería un panorama ideal contar con una red que funcione en base el apoyo muto para el arte y por el arte. Además, sería fructífero que la idea de vinculación, como nodos en una red, venga de las mismas asociaciones artísticas. Sin embargo, quizá esto se de en el largo plazo o como ejemplo, si es que algunas agrupaciones toman esta idea como base. Consideremos el futuro más allá de poder contar o no con la participación del Estado o con más o menos denuncias por parte de la sociedad civil sobre la necesidad de una política cultural. Son las personas implicadas en el oficio del arte las que saben más que les convienen con respecto a su producción.

En esta ponencia presentamos un proyecto grupal con dos años de vigencia y que sistematiza la idea de la individualidad del artista en un contexto que virtualmente no lo permite. Asimismo, se da el ejemplo de vinculación con otras asociaciones a través de la presentación nuestro trabajo en forma conjunta.

ARDA Asociación de artes es una sociedad artística que se inició en el año 2005 y cuyo objetivo primordial es difundir, promover e intercambiar ideas al respecto de la labor del artista como miembro activo de la sociedad; así como brindar apoyo a diversos proyectos relacionados con el área de las humanidades, la cultura y el arte. Hemos hallado la necesidad de una política de promoción cultural que vaya de la mano con el autoreconocimiento del artista, así como una comprensión de su trabajo y los vínculos que éste tiene para con su universo personal y nuestra cultura.

Para este propósito hemos dispuesto el desarrollo de tres proyectos enfocados en la publicación de trabajos, su expresión y la colaboración con otras agrupaciones.

El primero de éstos es un portal en Internet denominado Miríada Revista de artes y expresión humana (www.revistamiriada.org), el cual alberga el trabajo de artistas y agrupaciones independientes para que sean apreciados por nuestro medio cultural y el público interesado. Pensamos que una publicación virtual representa una considerable ventaja en cuanto al acceso al público y en su sostenimiento económico. Más aún, permite el desarrollo de mejoras en su diseño en un tiempo radicalmente menor al de una reimpresión o publicaciones periódicas físicas.

El segundo proyecto de ARDA es el desarrollo de festivales artísticos denominados “Conjuraciones de la memoria”, cuyo objetivo se compagina con la idea de promoción de nuevos valores en el mundo del arte y la búsqueda de fusionar diversas disciplinas - como la poesía, la música y la danza - en un solo evento.

Finalmente, nuestra Asociación se congracia con la participación con otras agrupaciones independientes y con objetivos afines a la nuestra. Tal es el caso del desarrollo de eventos con la revista literaria Bocanada (www.bocanada.net) y la organización -junto con otras agrupaciones- del evento “Narradores en San Marcos. Un espacio para la prosa” (http://narradoresensanmarcos.blogspot.com) a desarrollarse en el mes de septiembre próximo. Creemos que este tipo de trabajo es fundamental para el desarrollo de proyectos relevantes y mantener la individualidad de los artistas y las agrupaciones independientes.

Agradecemos el espacio y la atención brindada a nuestra opinión sobre los puntos que proponen los organizadores de este Congreso y esperamos conocer las propuestas de los otros ponentes, quienes nos acompañan en esta oportunidad. Muchísimas gracias.





[1] Asociación artística conformada por Ricardo Daniel Velásquez Casas, José Antonio Zavala Lozano y Mauro Marino Jiménez.
[2] http://tercercongresodelasartes.blogspot.com. Fecha de consulta: viernes 2 de marzo de 2007.

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